Muchos de vosotros sabréis qué es la almorta y para qué se utiliza e imagino que si sois de Extremadura o Castilla-La Mancha lo tendréis aún más claro.
Las semillas de almorta son legumbres muy parecidas a los garbanzos pero más aplanadas, comunes de la zona mediterránea y también de Asia y África que se consumían principalmente en forma de harina. Con la harina de almorta se han elaborado multitud de platos «pobres», como las famosas gachas manchegas también muy consumidas en Extremadura. Es una legumbre que se relaciona con la pobreza porque se ha consumido en gran cantidad en tiempos difíciles como en la guerra de independencia, la guerra civil o la posguerra, ya que poco escaseaba por su resistencia a duras condiciones climáticas y porque su producción y venta eran fomentadas por el régimen.
Ante la escasez de alimentos ante la situación de guerra que se estaba viviendo, la almorta casi era el alimento principal de supervivencia de muchas familias. Sin embargo, el tiempo hizo aparecer otro problema a parte de la hambruna, el latirismo.
¿Qué es el latirismo? Es una enfermedad producida por la intoxicación por el consumo de almorta o sus derivados de manera prolongada. Y es que estas semillas poseen un aminoácido que es tóxico, denominado ODAP, que produce una parálisis irreversible de las extremidades, espasmos, también puede dar lugar a problemas de huesos, en tejido conectivo y en el sistema nervioso central. Es por ello que después de todos los problemas que surgieron a partir de la guerra civil y posguerra, se decidió prohibir el consumo de harina de almorta hasta 2018. En el año 2018, se solicitó la evaluación de riesgos del consumo de harina de almorta por el Comité Científico de la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición). Esta evaluación consistió en el análisis de diversos estudios en laboratorios, animales y humanos que permitieron observar que un consumo inferior a 300-400 gramos de harina de almorta de manera continua durante 4 meses no produce efectos adversos. Por lo que puede ser consumida sin problema dentro de esos rangos y llevando una dieta equilibrada.
De esta manera, la AESAN concluyó que el consumo de harina de almorta sería conveniente realizarlo de manera esporádica, y de almortas con contenidos inferiores a 0.15% de ODAP. Es así como desde 2018 y gracias a las revisiones por expertos de los estudios realizados sobre el consumo de almortas, actualmente podemos disfrutar de este producto en nuestros supermercados.
La alimentación del futuro 